Más allá de la adaptación

Provengo de una familia, a la que la vida no se lo puso fácil. Esto por decirlo de una manera elegante. Mi madre tuvo la desgracia de vivir una guerra civil y lo que es peor una larga y penosa posguerra. Como muchas otras mujeres de su época pasaron por carencias básicas y esenciales, tuvieron que llorar a sus muertos en silencio y sin prácticamente ayuda sacar "adelante" a su familia que a menudo era numerosa. Mi madre experimentó más penas que alegrías, no tuvo tiempo para caricias y besos. Lo esencial para ella en ese momento vital estaba justo en la base de la pirámide. Aún así, cuando recuerdo a mi madre siempre la percibo de buen humor, con gracia y salero haciendo reír a todos en las reuniones familiares. También recuerdo una de sus frases preferidas - La vida sin ilusión es lo más parecido a la muerte-. En aquella época yo pensaba que era una frase bastante teatrera...¿curioso verdad?, teniendo en cuenta desde mi trabajo como coach que he escuchado esta frase ...