La noche oscura del Alma





«Precisamente porque él mismo fue sometido al sufrimiento y a la prueba, puede socorrer ahora a los que están bajo la prueba» (Heb 2,18)




La Noche Oscura del Alma es un término usado para describir una experiencia física, mental y emocional que puede ocurrir durante la fase de transición para recordar quién eres realmente.   Quizá te suena más el termino " crisis vital"



“La cueva oscura donde temes entrar es donde está tu tesoro”.

Joseph Campbell




Si te pregunto: ¿Quién eres? ¿Cómo responderías? ¿Me dirías tu nombre? ¿A qué te dedicas? ¿Que eres un ama de casa o papá? ¿O un estudiante? ¿Que eres el propietario de un negocio? ¿Propietario de una casa? ¿Un Accionista?

 ¿Eres realmente alguna de esas cosas?

¿Sabes quién eres en realidad? O bien, ¿sabes quién crees que eres?



La gran mayoría de nosotras pasamos la vida creando una identidad para nosotras mismas, basada en una serie de experiencias externas. Nos experimentamos a nosotras mismas como hijos e hijas, hermanos y hermanas, madres y padres, médicos, abogados, profesores.

Decimos ser las empleadoras, empleadas, negras, blancas, Orientales, latinas, Cristianas, Musulmanes, Judías, Hindúes, ateas,escépticas,eclécticas... la lista podría seguir y seguir,  te aseguro que  lo hace. 



¿Pero qué sucede cuando descubrimos la verdad? ¿Qué pasaría si te despertaras mañana por la mañana y encontraras que todo lo que te definía y con lo que tanto te identificabas  –se hubiese ido como una nube blanca en  un cielo de verano ?

Ahí lo dejo para tu propia reflexión.



El crecimiento personal no es un proceso lineal, controlable y progresivo. El alma se hace visible, se manifiesta y madura con el descenso a lo oscuro. El ritmo y la intensidad lo marcas tú. Es un proceso necesario para aprender a habitar desde el alma, en lugar de vivir desde la tiranía del ego, con menos certezas sobre las cosas y más en contacto con las intuiciones y las emociones. Hemos de rendirnos y dejar que el dolor nos pula, nos forje, purifique y transforme en su fuego alquímico.
En este sentido, Jung dijo,  que la oscuridad y el caos preceden siempre a una expansión de la conciencia.


La resistencia a la noche oscura es más dolorosa que ella misma, es instalarse en un estado defensivo y estéril. La oposición a la realidad tal como es nos debilita. Tratar de evitar el dolor inevitable solo genera sufrimiento.
¿Os acordáis de la frase que dijo Buda, el dolor es inevitable y el sufrimiento es opcional?
 Ahora bien, podemos aliviar la pesadumbre y el dolor sin negarlos ni tratar de huir de ellos. Es bueno darse un respiro de tanto en tanto, entrar y salir del escenario, relajarse un poco, reírse de una misma. Las lágrimas son muy necesarias, alivian la tristeza, la frustración y el dolor, y también disuelven las defensas egoicas , diluyen la máscara y la coraza del ego. Quizá  tú que lees esto seas un hombre y hayas crecido desde la creencia de que los hombres no lloran...si es así, me gustaría invitarte a que cualquier día de estos te des permiso para experimentar-te en tu llanto,a solas si lo deseas, tómalo como un reto,una apuesta contra tu ego...    
La noche oscura del Alma, es un viaje sagrado, iniciático, solitario. Es el viaje del héroe. Únicamente cuando nos vemos obligados a abandonar la zona de confort de “lo conocido” y atravesamos las profundidades de lo desconocido descubrimos nuevos recursos personales. Y no solo me refiero al confort de unas necesidades básicas cubiertas, hago referencia a la imagen que tienes de ti misma y que sí o sí te resistes a abandonar por miedo al vacío. Está claro que da un pasmo,  dejar de comportarse como quien creo que soy sin saber quién soy.  
 Algunas personas se transforman mediante el dolor y las crisis, otras se instalan en la amargura, la tristeza y la desolación, se abandonan en una actitud de víctimas. Las crisis y las pérdidas son las grandes maestras de la vida que nos colocan al borde del abismo. Podemos elegir entre ser aprendices,   o víctimas de la experiencia. 
Tenemos la opción de sufrir, lamentarnos y quedarnos en el limbo de la respuesta que plantearía la pregunta ¿ por qué a mi?, o aceptar que las noches oscuras forman parte de la vida, y colaborar con lo inevitable para que sea una etapa creativa y enriquecedora. Buscar un significado positivo y afrontar la crisis de manera constructiva, preguntándonos: ¿Qué sentido tiene esto en mi vida?, ¿qué me aporta?, ¿qué parte de mí necesita y pide crecer? Hay infinidad de muertes y renacimientos en cada día de nuestras vidas. 


Es necesario abrirse a  nuevos niveles de conciencia. En algún momento veremos que aquello  que atravesamos fue un peldaño más de esa larga e infinita escalera que nos conduce a la Luz de la conciencia.


 Gracias por leerme.



mercedes Félix.

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