La vida es un misterio que hay que vivir y no un problema que hay que resolver...
La ignorancia afectiva que
vamos arrastrando se puede dividir en dos conceptos; "problemas y misterios”.
Cuando abordamos un problema puede que no sepamos la solución, pero tenemos
intuición un conocimiento cada vez mayor y ciertas ideas de qué andamos buscando en
la vida.
Cuando nos enfrentamos a un misterio, sin embargo, sólo podemos
quedarnos mirando fijamente, maravillados como hacen los niños en una tienda de juguetes sin querer saber qué aspecto tendrá una explicación…
Nuestras vidas están llenas de
enredos de índole psicológico, que absorben nuestra atención y que convertimos
en objetos de nuestro pensar…acudimos a la fuente de donde parten esos
pensamientos que nos entretienen. La figura creada como el observador que mira
desde la distancia lo que ocurre no es más que el pensamiento pensante...y eso,
es un misterio, como también lo es el pensamiento de nuestra presencia en la
vida, nuestro destino, el amor o la muerte también son un misterio y no
deberíamos convertir-los en problemas a resolver
mediante una reflexión, sino encontrarnos en ese misterio como los niños
maravillados que comentaba antes y dejarnos fluir para trascender…
La nuestra, es una sociedad
altamente psicologizada, ha situado en primera línea de interés mediático
todo lo que “explore” nuestra manera de ser, vivir y alcanzar una plenitud
etiquetada como felicidad.
Para ello se inventan consejos
o fórmulas que iluminen la oscuridad de tantos problemas que debemos resolver.
Sin embargo nada se dice del misterio. ¿ qué hacer con aquello que sobrepasa
nuestra capacidad de entender? ¿De qué manera nos acercamos al misterio sin la
obligación de resolver nada?.
Hoy más que nunca disponemos
de las herramientas psicológicas suficientes para lograr una vida feliz. Además
de nuestra occidental cultura del bienestar hemos añadido la cultura oriental que se
inclina por la paz interior y la armonía como modelo de plenitud personal y
colectiva…Creo que disponemos de tantos recursos, conocimientos y metodologías
para el desarrollo personal que cabe decir que quien no es feliz es porque no
quiere…
Sin embargo, a pesar de todo,
seguimos sufriendo. Seguimos siendo adictos a estados emocionales, seguimos
teniendo mucho MIEDO. Seguimos atrapados por la ansiedad, por la depresión,
seguimos la ruta de la PASTILLA CURA TODO. ¿ Qué está ocurriendo? ¿Qué no
estamos haciendo correctamente?. ¿De qué nos sirven tantos caminos hacia la
felicidad si luego somos esclavos de la angustia?...
Puede que la felicidad sólo
sea una especie de misteriosa sensación de que todo está en paz. Entonces…si es
así, entiendo que no soy omnipotente y que eso que llamamos felicidad también
depende de nuestros contextos, de nuestras relaciones y de la forma en que
organizamos nuestra vida.
Mercedes.
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