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Mostrando entradas de octubre, 2016
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El  concepto del Yin y Yang nos habla que todos poseemos un lado femenino y otro masculino que son complementarios y que, juntos, conforman el TAO, la fuerza que da vida a toda existencia. Todo hombre tiene su lado femenino y toda mujer, su lado masculino. El lado masculino de una mujer refleja su capacidad de actuar de forma firme, decidida y sin vueltas ante las diversas situaciones de la vida. La energía yang, o masculina, es nuestra potencia y capacidad de accionar. Cuando una mujer tiene una relación armónica con su lado masculino demuestra una capacidad de movilizarse hacia lo que quiere, sin permanecer pasiva, quejosa o frustrada. Miles de mujeres manifiestan problemas de depresión, ataques de pánico, cuadros de estrés y conflictos de pareja debido a que no mantienen una relación amistosa con su propio aspecto masculino. La consecuencia de esto es que pierden una oportunidad valiosa para crecer en sus vidas. ¿Cómo  puedes darte cuenta cuando tienes una "mala...
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¡Lo confieso!  Yo también pertenecía al club “Quiero que le nazca”, basado en el… “Quisiera que sea”… ·          “Más Detallista” ·          “Romántico/a” ·          “Cariñoso/a” ·          “Caballeroso” ·           “Atento/a” ·           “Etc.” Seguido de… “ pero solo si le nace  espontáneamente, porque si se lo tengo que pedir…ya no tiene gracia”. C ompleja situación, ya que entonces, nos metemos en el bucle de querer algo que no podemos obtener a menos que lo solicitemos, aunque si lo solicitamos y lo obtenemos ya no será satisfactorio .  “El problema no reside en;  querer que el otro tenga la conducta deseada, sino en querer que quiera hacerla ”. ¡Menudo lio!,  me explico mej...
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Entre dudas y certezas, quién no se ha preguntado alguna vez ...¿tiene sentido mi vida?. Aunque el sentido mismo de la existencia es una cuestión  más bien filosófica  dar un sentido a nuestras vidas, al quehacer cotidiano, está al alcance de todos  nosotros posiblemente hoy más que nunca.  Por desgracia observo que a menudo, un acontecimiento doloroso nos induce a contemplar en esos instantes y de otra manera  el sentido verdadero de lo que llamamos realidad como una evidencia aplastante que choca ante nuestras narices casi sin darnos tiempo a respirar. El aburrimiento mental, el día a día que nos supera, la repetición de situaciones vitales aunque no sean precisamente acertadas para nosotros, los sentimientos que se apagan o incluso un simple contratiempo momentáneo pueden ser signos que nos advierten que es el momento  de empezar a decodificar los mensajes o los patrones de conducta. Puede que así, sobre el papel parezca muy s...