¡¡ Recuperemos la Ilusión!!
Sigo creyendo que vivir sin ilusiones es lo más parecido a
dejar de sentir la vida que existe en nosotros…
Las ilusiones nos hacen reaccionar en los momentos complejos,
nos permite recuperar la esperanza de un nuevo día y sobre todo nos proporciona
la fuerza necesaria cuando necesitamos creer en nosotros.
Desde mi punto de vista la Ilusión es el hijo mimado de la
Alegría, porque ésta concede al espíritu una sonrisa genuina y posa en los ojos de quien la siente la luz de todas las estrellas del universo.
¿Qué está ocurriendo para que tantas personas desconozcan
todavía como acercarse ni tan siquiera un poquito al sentimiento de la Ilusión?
La teoría de que nuestro cerebro está más entrenado para refunfuñar
que para reír ya nos la sabemos. Actualmente
proliferan los libros sobre el bienestar y la felicidad, sobre todo si es en
tiempo record… Ahí lo dejo.
Sin embargo a nivel profesional cada vez me encuentro más a menudo con personas que están años luz de sentirse ilusionados y mucho menos
felices… ¡ y ya alegres!, ni te cuento.
Y pienso que esto sucede porque en general la sociedad se
sigue enfocando en la falta. Creo que se ha dedicado más esfuerzo al estudio de
la tristeza y de los orígenes de la inseguridad que en localizar y reforzar los
pilares de la Alegría y la confianza. Ojo!, no digo que eso no sea útil, aunque
me parece que entre el blanco y el negro existe el gris y el azul marino y que por ahí también
se puede aprender.
La letra con sangre entra…¡creencia maceta!
Estamos tan acostumbrados a regañarnos, auto-exigirnos hasta
decir basta y machacarnos con los pensamientos, que se nos olvida
auto-reforzarnos.
Fijaos los que sois padres; si vuestro hijo no es muy hábil
con las matemáticas y sí lo es con la música, casi seguro que contratareis a un
profe que de clases de repaso de matemáticas, ¿ verdad?. Sin embargo cuantos de
vosotros reforzaríais al niño con clases de música… está claro que el niño
tiene una habilidad que probablemente se
diluirá en el tiempo ya que se dará
cuenta de que a sus padres les importa más las matemáticas. Los niños sólo quieren agradar ...
Pues por ahí van los tiros chicos!.
La ilusión es nuestra mejor compañía, es un recurso de valor
extraordinario porque genera una actitud más fructífera, la Ilusión es un
aliado que sin pedir nada, nos ayuda en las dificultades de la vida.
Aquello que tengamos que vivir lo viviremos con más plenitud
interior si empezamos a darle al cerebro instrucciones que refuercen y
transmitan Ilusión.
Se trata más de fomentar la Ilusión que en enfocarse en el porque no tengo Ilusión.
Recuerda que el cerebro se “ cree” todo lo que le contamos
así que si deseas volver a sentirte Ilusionado no esperes que venga Papá Noel,
o los Reyes Magos, empieza por reforzar
todo aquello que SÍ puedes hacer por ti y descubrirás como dice mi blog; un
abanico de posibilidades de sentirte mejor a tu lado.
Gracias.
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