La vida se construye de pequeños detalles.
Ocurre
algo sorprendente con el lenguaje de la felicidad y del sufrimiento. Y es que,
cuando manifestamos la felicidad a través de las palabras y los gestos, todos
nos parecemos. De alguna manera la felicidad nos iguala cuando la expresamos,
cuando la compartimos. Nuestro estado de ánimo está más abierto, más expansivo.
Algo parecido pasa con la alegría: todos reconocemos, y nos reconocemos, en su expresión.
Sin embargo, el dolor y el sufrimiento son tan íntimos, están tan encerrados en
nuestro corazón que nos desgarran en solitario por dentro y pueden empujarnos a
los peores abismos de la vida. El sufrimiento es muy personal: la soledad, la
tristeza... son muy nuestras, muy únicas.
Esta
es una característica especial, algo que el ser humano ha aprendido desde el
principio de su existencia, que configura nuestro corazón y nuestra mente. Ese
es el poder del dolor y del sufrimiento que nos adentra hasta lugares oscuros e
incomprendidos porque el que sufro soy yo y lo sufro a mi manera.
Por
eso me interesa identificar, comprender y resolver las fuerzas ocultas que
mueven de esta forma el dolor y el sufrimiento, esas fuerzas destructivas que
atrapan nuestra atención y que nos impiden tener más tiempo y energía para
estar felices. La clave reside en que encontremos esa armonía que nos imprima
la paz interior y nos permita tener una vida feliz.
Cada
uno de nosotros tiene una idea sobre la felicidad y la infelicidad Solemos
tener bastante claro que no somos tan felices como queremos ser y, en
consecuencia, deseamos tomar medidas para cambiar y transformarnos. Sin
embargo, a veces no sabemos cómo hacerlo; no sabemos si las acciones que
emprendemos son acertadas o no.
¿Qué
palabras y hábitos pueden hacernos infelices? Las estructuras invisibles que
sostienen el cuerpo son sencillas prácticas cotidianas que nos acercan a la felicidad o nos alejan de ella; cómo nos movemos, cómo
respiramos, cómo hablamos, cómo pensamos, cómo escribimos, cómo sentimos...observarse
y detectar esos fantasmas puede ayudarte a vencer-los, o como mínimo aprenderás a vivir con ellos…
La infelicidad es una
enfermedad del corazón y del alma. De lo que es cercano e íntimo para nosotros.
Quizá por ello
la infelicidad sea considerada adictiva y no nos demos cuenta de como nos va
atrapando en un agujero negro que nos impida cumplir nuestros sueños.
La
buena noticia es que tenemos un arma contra esta visión negativa; el poder del
lenguaje, que se convertirá en una herramienta que nos ayudará a salir del
sufrimiento y a crear nuevos espacios para la felicidad.
Cuando
nos damos cuenta de que no disfrutamos de los pequeños detalles, que los
dejamos escapar, entendemos que ha llegado la hora de generar un cambio de
hábitos y un cambio de experiencias que nos permitan albergar esperanzas de una
vida mejor.
Nuestro
primer objetivo será evitar nuestra ceguera de comportamiento tomando
conciencia de las conductas y los hábitos de nuestro lenguaje. Para eso, para
conocernos mejor, necesitamos distanciarnos. Distanciarnos de nuestro lenguaje
oral, escrito y gestual para vernos desde una nueva perspectiva.
¿Te
interesa cambiar tu estado de ánimo para así sentirte mejor?.
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