Miedo a Decepcionar




¿Por qué solemos hacer aquello que se espera de nosotras en vez de hacer lo que queremos?

Priorizar que nos acepten, que nos valoren, adaptarnos hasta diluirnos en el otro simplemente para que nos den un like emocional puede llevarnos a un bloqueo por  temor a decepcionar.


Somos seres relacionales y en gran parte somos en función de los demás. 


A lo largo de nuestra vida, los demás nos van haciendo de espejo, aquello que agrada de nosotras es más fácil que forme parte de nuestro repertorio conductual. 

Existen dos necesidades básicas que pocas veces se tienen en cuenta y que sin embargo marcan y modifican la actitud de tal forma que a veces, dejamos de ser nosotras para ser aceptadas.

Hablo de,  el sentido de Pertenencia  y el  Reconocimiento de nuestro entorno.

¿Qué dirán los demás?. Si nos hemos estado comportando de cierta manera durante varios años,es muy probable que nuestra identidad esté  asociada a esos comportamientos,tanto para nosotros como para el resto de las personas que nos conocen.
Cuando hacemos un cambio significativo en nuestras vidas , es inevitable tener en cuenta qué pensarán los demás,si cumpliremos sus expectativas o les decepcionaremos.

Tener en cuenta esto es lógico,el problema llega cuando por contentar a los demás nos quedemos atrapadas en un modo de vida en el que no encajamos. 

Si vuestra vida ha estado marcada por la evitación de los conflictos que surgen en cualquier tipo de relación o en el que hacer diario, por complacer a los demás significa que has estado actuando bajo el paraguas de la deseabilidad social  , que no es otra cosa que comportarse según creemos que hay que hacerlo en un contexto determinado, sin tener en cuenta nuestras necesidades, preferencias, o apetencias por temor a perder el aprecio de los demás y en especial de las personas significativas. Te niegas a ti misma por  miedo a enfadar, a que te aparten,critiquen o te dejen de querer.

La crisis de identidad.

Y sin saber por qué, un día nos encontramos sin entender muy bien que hemos hecho con nuestra vida y sin saber por dónde tirar. Nuestra identidad se ve cuestionada y si no estamos atentas puede llevarnos a una espiral de frustración y ansiedad. Esto ocurre cuando hemos estado intentando complacer en función de lo que pensábamos que era lo deseable. este deseo por encajar conlleva un desgaste emocional importante seguido de un bloqueo mental puesto que sentir la incomodidad constante entre nuestras necesidades y lo que se supone que debo hacer es como poco agotador. ¿ no ?  

La buena noticia es que esta actitud puede modificarse. Te lo explico en un plis plas.

El miedo a no encajar o no ser aceptada va a saltar en muchas ocasiones a lo largo de tu vida, no obstante aceptar que no  puedes gustar a todo hijo de vecino y que por muy amigo tuyo que sea cabe la posibilidad de que no te brinde su apoyo o su aprobación puede ayudarte  a suavizar la sensación de rechazo que por otro lado he de decirte que no es real, simplemente es una interpretación de tu mente para dejarte k.o. 

Comprender que NO somos responsables de que las demás personas no sepan ajustar sus expectativas respecto a nosotros, mirálo desde esta óptica; que no acepten nuestra diferencia y no nos respeten dice mucho de su falta de sintonía y consideración ya que forzarnos a encajar en sus expectativas es una forma de sometimiento.


Recuerda  que aprendemos desde niños a encajar para ser aceptados, primero por papá y mamá, el colegio, el grupo de amigos, el novio, el marido y luego nuestros propios hijos. En serio no te empieza a apetecer soltarte un poco o un mucho la melena y empezar a verbalizar  una frase muy liberadora como por ejemplo;  que les den...  ¿no te parece que ya es momento de reconocer que tus ideas, necesidades, ambiciones son tan buenas como las de cualquier otro ser en la tierra?. El mejor apoyo para ti eres Tú misma, (ojo el resto también vale por supuesto), pero intenta que la ceguera ajena no nuble tu cielo azul ¿vale?  recuerda lo que tu quieres y deseas, resta importancia a las voces externas y focaliza-te en ti. 

No seas tu mejor versión...sé tú misma sin más. Y como dicen en mi tierra; al que no le guste que arrée, ¿ te parece?


Gracias por tu tiempo.      

Mercedes Félix.



  

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿ Nos hacemos un DAFO?

Los 3 estados mentales ante un conflicto.

Más allá de la adaptación